
El papel de la mujer ecuatoriana en la participación ciudadana y el control social: cifras, avances y desafíos
La presencia de la mujer ecuatoriana en la participación ciudadana y el control social no solo es cada día más visible, sino que resulta esencial para la transformación de nuestra sociedad. Desde mi experiencia personal y el testimonio diario de cientos de mujeres en el país, puedo afirmar que estamos atravesando una etapa sin precedentes de empoderamiento y acción colectiva.
De lo privado a lo público: un avance imparable
Atrás quedaron los días en que la vida pública era terreno casi exclusivo de los hombres. La organización, la formación y la determinación han logrado que ahora, más que nunca, seamos parte fundamental en la construcción de nuevas realidades, donde la equidad y la justicia ya no son meras aspiraciones, sino metas alcanzables.
El trabajo desde el CPCCS: sembrando ciudadanía femenina
El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) es protagonista en este cambio. Aquí, las mujeres hemos encontrado espacios para formarnos, capacitarnos y ejercer vigilancia social. El CPCCS impulsa decenas de procesos y mecanismos que permiten que la voz femenina tenga eco real en la toma de decisiones públicas, ya sea aportando ideas, fiscalizando o liderando proyectos que mejoran la transparencia.
La Escuela de Formación Ciudadana: una plataforma de oportunidades
A través de la Escuela de Formación Ciudadana, he visto cómo miles de mujeres llegan motivadas a aprender, compartir sus visiones y, sobre todo, a empoderarse. En 2024, participaron nada menos que 2,050 mujeres en estos espacios educativos, reflejando su sed de conocimiento y su apuesta por crecer en lo personal y lo colectivo. Aquí, más allá de lo académico, se tejen lazos de sororidad y confianza, impulsando la colaboración y la creación de redes sólidas de liderazgo femenino.
El compromiso femenino en cifras
Durante el año 2024, la participación de mujeres en actividades ciudadanas fue especialmente destacada, sumando un total de 11,329 mujeres involucradas en procesos transformadores. De ese universo, 6,651 optaron por participar en talleres de capacitación, demostrando su interés por adquirir nuevas habilidades y liderar en sus comunidades. En el acompañamiento a otros actores sociales, 2,353 mujeres asumieron este reto, evidenciando que el apoyo mutuo es clave en este camino. Además, 275 mujeres participaron activamente en la implementación y fortalecimiento del sistema de participación, dejando huella en la gestión de los Gobiernos Autónomos Descentralizados.
Respecto a los mecanismos específicos de control social, la participación femenina fue igualmente palpable: 160 mujeres integraron las Veedurías Ciudadanas, desempeñando un papel crucial en la supervisión de la gestión pública; 65 formaron parte de los Observatorios Ciudadanos, contribuyendo con mirada crítica y propuestas; y 33 estuvieron en los Comités de Control Social, promoviendo transparencia y rendición de cuentas. Cada número encierra historias de esfuerzo, solidaridad y esperanza.
Avances, retos y sueños colectivos
Si bien el horizonte es alentador, persisten retos estructurales y culturales que exigimos superar. No obstante, estoy convencida de que cada paso cuenta. A través de la formación continua, la organización social y la presencia activa en espacios de control ciudadano, las mujeres ecuatorianas tejemos un futuro más inclusivo y digno. Participar, para mí, es resistir, transformar y soñar con un Ecuador cuyas instituciones y comunidades tengan rostro de mujer: diverso, fuerte y compasivo.