La participación ciudadana es fundamental para la legitimidad y efectividad de las políticas públicas, pero enfrenta varios desafíos a lo largo de su ciclo. Uno de los principales retos es garantizar la inclusión real de todos los sectores de la sociedad, especialmente de grupos vulnerables o marginados, quienes a menudo tienen menos acceso a los espacios de participación. Otro desafío importante es la falta de información clara y accesible, lo que dificulta que los ciudadanos comprendan los temas y puedan aportar de manera informada.