Los problemas psicosociales en una comunidad pueden variar, pero a menudo incluyen desafíos relacionados con la salud mental, bienestar emocional, interacciones sociales, y el entorno en general. Algunos ejemplos comunes son la depresión, ansiedad, baja autoestima, dificultades en las relaciones, violencia intrafamiliar, alcoholismo, uso de drogas, y falta de acceso a recursos y servicios de apoyo. También se pueden identificar problemas psicosociales en relación con la educación, el empleo, la vivienda, la salud, y otros factores que influyen en la calidad de vida de los individuos
la participación ciudadana tiene el deber y el derecho de buscar alternativas para mejorar y desarrollar las políticas que ayuden a nuestros adolescentes.