Las políticas públicas, la participación ciudadana y el desarrollo se complementan y se retroalimentan, creando un ciclo positivo en el que la participación ciudadana fortalece las políticas públicas, y estas a su vez promueven el desarrollo, lo que a su vez genera mayor participación ciudadana y una sociedad más equitativa y democrática.
Se convierte en un instrumento de control social y político del Estado, por parte de la sociedad, cuando se abre la posibilidad de que la ciudadanía establezca los criterios y parámetros que orientan la acción pública.
La cohesión social y la construcción de confianza son elementos fundamentales para una sociedad sana y próspera. La cohesión social se refiere a la capacidad de una sociedad para que sus miembros se sientan unidos, identifiquen valores comunes y cooperen entre sí, mientras que la confianza se construye a través de la creencia en las promesas, la transparencia y el respeto mutuo