Es importante que los ciudadanos participen en la toma de decisiones sobre políticas públicas porque su involucramiento garantiza que las políticas respondan a las necesidades reales de la comunidad, aumentando así su legitimidad y efectividad. Además, la participación ciudadana promueve la transparencia, la rendición de cuentas y fortalece la democracia al permitir que diferentes voces y perspectivas sean escuchadas y consideradas en la formulación, ejecución y evaluación de las políticas públicas.